Cómo el Petróleo transformó a una Pobre nación llamada Guyana y su rol en el mundo actual




    La metamorfosis económica de Guyana, que ha transformado su estatus de una de las naciones más pobres de América Latina a la economía de más rápido crecimiento en el mundo, implica repercusiones geopolíticas significativas para la región.

Conocida como "la nueva Dubái de Sudamérica" o "Guyana Saudita", la transformación de Guyana, una antigua colonia británica en el Caribe, es un fenómeno que ha captado la atención mundial. Durante años, fue considerada uno de los países más empobrecidos de América Latina. Sin embargo, todo cambió en 2015 con el descubrimiento de un vasto yacimiento petrolero en sus aguas costeras, marcando su ascenso como un petroestado de enorme potencial económico y poder geopolítico.


Hace casi una década, la empresa petrolera norteamericana ExxonMobil desencadenó un cambio histórico en el destino de Guyana al realizar uno de los mayores hallazgos de petróleo en la historia moderna. Se estima que el bloque Stabroek alberga una reserva potencial de 11 mil millones de barriles de petróleo. Según Ben Cahill, especialista en seguridad energética del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), "La magnitud de los descubrimientos de recursos en Guyana es simplemente asombrosa. La producción es más grande y más rápida que cualquier cosa que hayamos visto en muchos años". Este acontecimiento ha puesto a Guyana en el mapa global como un jugador clave en el sector energético y ha despertado un interés sin precedentes en su futuro económico y geopolítico.



Impacto global y alianzas estratégicas

El descubrimiento petrolero en Guyana ha generado un creciente interés por parte de corporaciones petroleras multinacionales y naciones en busca de nuevas fuentes energéticas, especialmente después de la disminución de la oferta petrolera proveniente de Rusia debido al conflicto en Ucrania que parece estar lejos de tener fin.


Además de ExxonMobil, el consorcio responsable de la explotación del petróleo en Guyana cuenta con dos socios clave: la estadounidense Hess Corporation y la china CNOOC Limited. Guyana ha optado por asociarse con entidades privadas de renombre y experiencia para llevar a cabo estos proyectos, lo cual contrasta notablemente con la situación en Venezuela. En este sentido, Venezuela ha experimentado un deterioro significativo en aspectos cruciales como la estabilidad regulatoria, la seguridad jurídica y la capacidad técnica de su empresa estatal PDVSA en las últimas dos décadas, lo que ha afectado seriamente su producción y exportación de petróleo.



Superando al país vecino Venezuela

Guyana, con su población de 800.000 habitantes, ha emergido como un gigante petrolero en el panorama global, superando incluso a potencias como Arabia Saudita en términos de producción de petróleo per cápita. Según datos de ExxonMobil, la producción de crudo en este país caribeño ha experimentado un notable crecimiento, pasando de 380.000 barriles al día en 2023 a 640.000 en enero de 2024. Las autoridades de Guyana y las compañías petroleras tienen como objetivo ambicioso alcanzar la cifra de 1,2 millones de barriles al día para el año 2027, lo que consolidaría su posición como uno de los principales actores en el mercado petrolero mundial.


Mientras tanto, Venezuela, históricamente conocida por sus vastas reservas “las más grandes hasta ahora conocidas en el mundo” de petróleo, actualmente produce entre 700.000 y 800.000 barriles diarios, una cifra que apenas supera ligeramente a la de Guyana. Sin embargo, este equilibrio podría cambiar pronto a medida que Guyana continúa expandiendo su capacidad de producción y exportación.


En lo que respecta a las exportaciones, Guyana ha superado a su vecino Venezuela, un hito significativo que subraya su creciente influencia en el mercado petrolero internacional. En febrero, Guyana exportó 621.000 barriles de petróleo, superando los 604.000 barriles exportados por Venezuela. Este logro es particularmente notable considerando que Venezuela posee las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, estimadas en cerca de 300.000 millones de barriles. Este ascenso meteórico de Guyana en el escenario petrolero mundial no solo está redefiniendo la dinámica regional, sino que también está desafiando las expectativas y transformando la geopolítica energética a nivel global.


El despertar de un gigante petrolero 


El auge petrolero de Guyana está desencadenando cambios significativos no solo dentro de sus fronteras, sino también a nivel regional y global, redefiniendo las dinámicas geopolíticas en la región. Francisco Monaldi, Director del Programa de Energía para América Latina del Instituto Baker, señala que este país, que anteriormente estaba marginado de la geopolítica regional, ha emergido como un actor clave en el escenario mundial.


En el contexto de la relación con Venezuela, ha surgido una renovada disputa territorial por el Esequibo, una región rica en recursos naturales que abarca más de la mitad del territorio de Guyana y que Venezuela reclama como propia. El éxito en la producción de crudo está alimentando la determinación de Guyana para consolidar su control sobre este territorio disputado. Este escenario no solo representa un desafío para la estabilidad en la región, sino que también podría tener repercusiones significativas en el ámbito geopolítico global, dado el creciente interés de actores internacionales en el vasto potencial energético de Guyana.


Apoyo de Occidente


La búsqueda de Guyana de convertirse en un proveedor seguro y estable de petróleo cuenta con el respaldo de Brasil y Estados Unidos, países que también tienen intereses económicos significativos en la región. A diferencia de Venezuela, Guyana no está atada por compromisos ideológicos en cuanto a la distribución del petróleo a otros países, lo que podría generar un mayor apoyo por parte de Estados Unidos.


Existe la posibilidad de que Guyana se incorpore a la órbita de protección de la OTAN, como parte de un antiguo acuerdo de protección a cambio de petróleo. Incluso sugiere que, en el caso de que Estados Unidos y El Reino Unido busquen establecer bases militares en la región, Guyana sería una opción destacada. Esta situación refleja una dinámica geopolítica en la que el Reino Unido de la Gran Bretaña, como antigua potencia colonial en Guyana, también podría desempeñar un papel importante al colaborar con Estados Unidos para asegurar sus intereses estratégicos en la región.


Cómo evitar la "maldición del Excremento del Diablo”


El crecimiento vertiginoso de la economía de Guyana, catalogado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) como el más rápido a nivel mundial, ha despertado tanto entusiasmo como preocupación entre los expertos. En el año 2022, su Producto Bruto Interno (PIB) experimentó un impresionante aumento del 62%, seguido por otro notable incremento del 37% en 2023. Sin embargo, surge la interrogante sobre la sostenibilidad de este crecimiento y los posibles desafíos que podría enfrentar en el futuro.


Existe el riesgo de que Guyana caiga en lo que se conoce como el "mal holandés", un fenómeno económico que ocurre cuando el descubrimiento de recursos naturales conduce a la revalorización de la moneda nacional. Esto resulta en una pérdida de competitividad de otros sectores productivos y una excesiva dependencia en la exportación de un recurso en particular, en este caso, el petróleo. Aunque este proceso puede beneficiar temporalmente la economía, también puede tener efectos adversos a largo plazo al limitar la diversificación económica y socavar la competitividad de otros sectores.


Si bien es cierto que el desarrollo económico impulsado por los recursos naturales puede elevar los estándares de vida de los ciudadanos, también existen ejemplos de países que han experimentado un crecimiento económico desigual y poco sostenible debido a una excesiva dependencia en un solo recurso. Esta situación resalta la importancia de una gestión económica prudente y la diversificación del sector productivo para garantizar un crecimiento económico equitativo y sostenible en el largo plazo en Guyana.


Futuro prometedor pero desafiante


La transición hacia una economía diversificada será fundamental para el futuro de Guyana, aunque no será un camino exento de desafíos. La diversificación económica implica la expansión de sectores más allá del petróleo, lo que requiere un esfuerzo concertado por parte del gobierno y el sector privado para desarrollar nuevas industrias y promover la innovación.


Por otro lado, la importancia de establecer marcos regulatorios sólidos para garantizar el cumplimiento de los contratos con las empresas privadas y la fiscalización efectiva de las actividades económicas. Este enfoque proporcionaría la base necesaria para asegurar la transparencia y la responsabilidad en la gestión de los recursos naturales y las inversiones extranjeras.


El Gobierno de Guyana ya ha tomado medidas concretas en esta dirección, como la creación de un fondo soberano y la inversión en proyectos de infraestructura, lo que refleja su compromiso con el desarrollo económico sostenible y la diversificación.


Sin embargo, el desafío más importante para Guyana radica en evitar la llamada "maldición de los recursos", un fenómeno que ha afectado a muchos países ricos en recursos naturales y que se caracteriza por un crecimiento económico desigual y una excesiva dependencia en un solo sector (un buen ejemplo histórico Venezuela). El éxito en esta empresa determinará el futuro del país en los próximos años y su capacidad para asegurar un desarrollo económico equitativo y sostenible en el largo plazo.



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